Perdámonos en una calle oscura y alejada, lejos de avenidas y sin tráfico. Pongamos un buen rock y aumentemos el volumen; ahi y entonces olvidemos las preocupaciones y el deseo de ser vistos. Olvida que soy malo y mediocre y entreguémonos a la pasión. Yo cuidaré que no haga frio y olvidaré que me asusta ser yo, adelantaré la canción y reiré. Perdamos esta noche el Superyó; dejemos de observar si somos lo que queremos y dejemos de preocuparnos por opinar. Esta noche no hay culpa y por lo tanto nada es malo. Y, sólo por esta noche, si nada es malo, nada nos preocupará. O si lo prefieres, mantengamos el Superyó; esta noche, también, la pasión con culpa, miedo y desilusión se vive mejor.