La vida no eres tú, dijiste anoche antes de marcharte a ser feliz. Justo antes de darte cuenta de que yo estaba intentando hacerte sonreír. La vida no eres tú, dijiste anoche y diste la vuelta y me dejaste sentado con un cigarro, y medio café con un mundo detrás y personas al lado. Y sin embargo, yo estaré ahí esperando un momento, un lugar en el que no te sientas abandonada cuando pueda siempre estar ahí.