Lo miras preguntandote cómo te ve él, y dices palabras esperando las suyas. De repente, te das cuenta de que nada de lo que hace tiene como finalidad de pasar del presente y convertirse en futuro, es más, notas que ni siquiera intenta recordarlo para tenerlo como un pasado. Así que decidiste cambiar, aceptar la no temporalidad ni búsqueda de eternidad y abrazarla exactamente igual que él. El problema es que lo que buscas con este cambio y con esta visión atemporal es una situación constante, justo lo que a él le da miedo. Es entonces que mientras tú lo ves en tu vida, el sólo te ve en sus sueños.
Nada serio, todo real