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Miro a mi ventana y espero no morir


En Real de Catorce, San Luis Potosí; existe una parte de la iglesia llena de retablos. Entrar ahi o a la iglesia de San Juan Chamula, donde la gente le lleva Coca Colas a Dios, implica sentir todo el peso de la fe en los hombros.
Rama se exilio de su pueblo para vivir en el destierro catorce años, por la fe que tenía en la palabra de los reyes y de que al regresar a su ciudad podría gobernarla; lucho contra no se cuantas bestias sólo por la fe de recuperar a su esposa.
La gente en general: sigue manejando por la fe de no chocar, sigue fumando por la fe de poder dejarlo, sigue con sus amigos por la fe de que en algún momento todo volvera a ser como alguna vez fue, siguen con bandas malas por la fe de alcanzar el exito en algún momento.
Yo no, mi principal problema y la causa de las mayoría de mis constantes depresiones, es la falta de fe. Me cuesta trabajo creer cualquier cosa: que mañana será un buen día, que lo que hago será recompensado en esta vida o en la otra, que mañana me dará gusto ver a quien no vere hoy.
Mi imposibilidad de percibirme a futuro ha deshecho mi capacidad de disfrutar el presente.
Si no me he colgado de la viga, es porque no creo que eso sirva de algo.

Comentarios

Anónimo dijo…
Juanete!
me conoces algo? o solo se te ocurrió eso para actualizar tu blog
Ya sabés vos quién soy
feliz cumple!!!

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