Desperté y por una extraña maldición Wittgensteiniana, todo en lo que creía era falso; debía reconstruir mi realidad.
Entonces decidí salir y recoger todo lo que en el piso. Las colilas me indicaban que era un fumador y las cartas sin abrir que era un desordenado, algunas cartas sin entregar me dijeron que era, en ocasiones, romántico y sentimental.
Nadie estaba, recordaba a todos pero no eran reales, eran sólo amigos imaginarios a quienes les robaba sus vidas y las contaba como ajenas, cuando eran mías. Salí a la calle y todos me veían sin saber quien era ni porqué caminaba viendo al piso y de repente sentí una mirada, con sonrisa que me reconocía, me dijo con la voz más tierna que he escuchado " te extrañe" la vi y no la reconocí, maldita sea todo lo que recordaba era falso y la única persona que es real había sido olvidada por mi: recordé la maldición Wittgensteiniana, y callé.
Entonces decidí salir y recoger todo lo que en el piso. Las colilas me indicaban que era un fumador y las cartas sin abrir que era un desordenado, algunas cartas sin entregar me dijeron que era, en ocasiones, romántico y sentimental.
Nadie estaba, recordaba a todos pero no eran reales, eran sólo amigos imaginarios a quienes les robaba sus vidas y las contaba como ajenas, cuando eran mías. Salí a la calle y todos me veían sin saber quien era ni porqué caminaba viendo al piso y de repente sentí una mirada, con sonrisa que me reconocía, me dijo con la voz más tierna que he escuchado " te extrañe" la vi y no la reconocí, maldita sea todo lo que recordaba era falso y la única persona que es real había sido olvidada por mi: recordé la maldición Wittgensteiniana, y callé.
Comentarios
Valío la pena la espera, tardaste mucho en escribir...
:)