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Mostrando las entradas de diciembre, 2009

Se siente como el tiempo

Inhalé y te recordé, exhale y te olvide Medité y me encantaría decir que pensé en ti Pero no me era permitido. Esa noche tu recuerdo no pudo estar ahí. Después me senté en la banca en la que juré Que siempre te querría El recuerdo fue grande, reciclado y confuso nada exacto, nada para siempre. Todo lo que deseo es que no puedas recordarme que la próxima vez que nos veamos sea como la primera. Olvidando todo lo que pasó Olvidando que terminó (sin que tú lo supieras)

Quiero tomar tu mano

Veo como te alejas sin saber si será para siempre; yo me quedo callado viendo tu espalda perderse entre la gente y no digo nada. Seguramente crees que no pienso ni siento nada. Pienso en cuando te conocí, cuando sin que lo esperaras dije "hola", en esa primera plática en la que te sorprendió que mi disco favorito de los Beatles fuera el Revolver y yo me enamoré al oírte decir que el tuyo era el Abbey Road; después de eso creo que nada fue cierto: te conté de viajes que no había hecho, de gente que no había conocido y de amigos que tenían una vida mucho más cotidiana de lo que te platiqué ese día; la verdad es que suelo mentir cuando me siento solo. Recordé todos esos momentos en los que intenté compenetrarme contigo, en los que por todos los medios intenté que me gustarás y que me gustará tu vida. En lo poco que te conocí realmente y en las pruebas que hice para saber si eras tu aquella a quien había esperado. No fue así. Mis frases que terminaban en puntos suspensivos nun

Compasión por la fresa

I. Él Te conozco de hace años, no puedo decir que conoces todos mis secretos, pero en general la gente nos ubica como buenos amigos y en realidad me duele tener que pelear contigo. Pero la cosa es así, lo que voy a hacerte no puedo hacérselo a un amigo; y menos a uno que me ha hecho pasar tan buenos momentos. Y sé como eres, no será difícil encontrar algo que te haga enojar; hacerlo más grande y propiciar que decidas no hablarme más, no querer saber de mí. Entonces no serás mi amigo y todo será más facil. II.Ella Tu inocencia se encuentra en esa línea entre la inocencia y la pendejez, pero aún así tu mirada, tu sonrisa y tu caminar me hipnotizan. No puedo definir si te quiero o no, pero se que te me antojas mucho; eres el estereotipo de chica que imaginariamente construí y con quien tuve mil sueños eróticos en mi adolescencia. Y de repente toda tú: tu pelo, tus ojos, tus lentes, tus nalgas y tus senos se aparecen frente a mí y no puedo evitar desearte. Y además te encuentro en todas l

La sonrisa que fluye

Ven, vamos a perdernos en una taza de mate de coca y dejemos que nos mande la noche. En ese momento deja de lado los reclamos y las metáforas; deja de fingir que no sabes que quiero lo mismo que a ti te da tanto miedo aceptar. Sin embargo, sólo apareces en las noches, mientras te busco, para mostrar mis errores de cobardía, para decir que debe ser para siempre. Yo por mi parte, extraño tus detalles y tu sonrisa, tu complicidad y tu forma tan peculiar de apoyarme; extraño tu ser como lo conocí, no como esa mezcla bizarra en la que se ha convertido. Mi problema es que nunca he sabido ver las líneas que no se ven.