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La sonrisa que fluye

Ven, vamos a perdernos en una taza de mate de coca y dejemos que nos mande la noche. En ese momento deja de lado los reclamos y las metáforas; deja de fingir que no sabes que quiero lo mismo que a ti te da tanto miedo aceptar.

Sin embargo, sólo apareces en las noches, mientras te busco, para mostrar mis errores de cobardía, para decir que debe ser para siempre. Yo por mi parte, extraño tus detalles y tu sonrisa, tu complicidad y tu forma tan peculiar de apoyarme; extraño tu ser como lo conocí, no como esa mezcla bizarra en la que se ha convertido.

Mi problema es que nunca he sabido ver las líneas que no se ven.

Comentarios

Señor, este post es una chingonería.

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