Algún día iras a mi funeral y llorarás como nunca lo has hecho. Será uno de los momentos más tristes que vivas y estará lleno de recuerdos: Recordarás todo lo que hicimos, lo que aprendiste de mí y lo que aprendí de ti. Verás que soy parte de ti y que fuiste, quizá, la parte más importante de mí. ¿Qué recordarás de mí cuando muera? ¿Los días que corrimos tras amigos imaginarios o cuando veíamos el cielo tratando de adivinar a que hora amanecería o anochecería? Mucho tiempo pensarás en mí y en lo que compartimos y construimos. Muchas noches llorarás, y todo lo que quiero es que sonrías. Por eso prometo, a partir de hoy, construir recuerdos que te hagan sonreír Para que cuando tengas que llorar, puedas escapar pensando en mí. Prometo: Construir nuestras vidas para que extrañar no sea sufrir, Construir recuerdos que nos obliguen a reír. Construir eso, maldita sea, construirlo es ser feliz.
Nada serio, todo real