Algún día iras a mi
funeral y llorarás como nunca lo has hecho.
Será uno de los
momentos más tristes que vivas y estará lleno de recuerdos:
Recordarás todo lo
que hicimos, lo que aprendiste de mí y lo que aprendí de ti.
Verás que soy parte
de ti y que fuiste, quizá, la parte más
importante de mí.
¿Qué recordarás de
mí cuando muera?
¿Los días que
corrimos tras amigos imaginarios o cuando veíamos el cielo
tratando de adivinar a que hora amanecería o anochecería?
tratando de adivinar a que hora amanecería o anochecería?
Mucho tiempo
pensarás en mí y en lo que compartimos y construimos.
Muchas noches
llorarás, y todo lo que quiero es que sonrías.
Por eso prometo, a
partir de hoy, construir recuerdos que te hagan sonreír
Para que cuando
tengas que llorar, puedas escapar pensando en mí.
Prometo:
Construir nuestras
vidas para que extrañar no sea sufrir,
Construir recuerdos
que nos obliguen a reír.
Construir eso,
maldita sea, construirlo es ser feliz.
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