Ir al contenido principal

Entradas

De proteger, apartarse y los Planetas

Solía estar contigo cada vez que me necesitabas y eso me gustaba; me hacía sentirme útil y pensar que podría salvarte de muchas cosas: incluso de ti misma. Solía platicar contigo y al escucharte dejar escapar un consejo, alguna canción, película o algo que simplemente no sabías, me veías admirada y hasta cierto punto sabía que me veías como si yo fuera un maestro o alguien que podía ayudarte a sobrellevar la vida. Siempre me gustó esa parte de nuestra relación; sin embargo en muchas ocasiones sentía que mi presencia te hizo entrar en una zona de comfort que te evitaba enfrentar tu vida como debías hacerlo, mi protección comenzó a estorbarte y solías evitar las situaciones de conflicto en tu vida. Intenté dejar de causarte ese daño y me portaba muy impersonal, traté de hacerte tomar tus decisiones dejando de ayudarte y eso fue algo que nunca me perdonaste. Fue así que comencé a desgastarme; no me cansaba ayudarte, pero me causo conflicto pensar que dependías de mí más de lo neces...

De canciones regaladas, felicidad engañosa y Blur.

Puedo recordar el momento en que te conocí, no así la primera vez que te vi, por alguna razón en una pista de baile decidí que estaba enamorado de ti y comencé un torpe cortejo que parecía más bien una plática egocéntrica. Tu mirada por otro lado, me hacía ver que aceptabas el hecho de que estuviera enamorándome de ti; aunque al mismo tiempo me hacía saber que no tenía la más absoluta razón para creerlo. Comencé a llamarte seguido e invitarte a fiestas, bares y bailes, confieso que tu risa me atrapo y tu manera frenetica de bailar me hizo pensar que existía cierta química entre nosotros y tu mirada me hacía notar que sabías que estaba enamorado; en esa época me dio por pensar mucho en ti y en relacionarte con canciones, muchas de ellas las he dejado así: relacionadas contigo. Después de una larga serie de salidas; simplemente dejamos de vernos cada que había razones para bailar, fue duro acostumbrarme a pasar algún fin de semana sin verte; pero ese tiempo nos permitió a los dos ...

De relaciones, caminadoras, Belle y Sebastian y Sonic Youth

Simplemente me senté en medio de la fiesta y observé a las parejas que estaban ahí y a construir historias que me pudieran definir qué es una relación. Primera: Ellos habían vivido infatuándose constantemente; siempre fue obvio que se gustaban; sin embargo en toda su historia nunca habían podido pasar de algunos besos furtivos en bares baratos y sexo en asientos traseros de coches compactos. Sin embargo, los dos sabían que pudieron haber sido muy buena pareja, simplemente las circunstancias temporales y de noviazgos necios no lo permitieron. Un buen día, él decidió que esa relación de infatuamiento no funcionaría y se dedicó a un noviazgo largo que culmino con la mudanza de su novia a su casa. Se ven constantemente y juran ser amigos, pero cada vez que están juntos; la historia que nunca pudieron concluir aflora en miradas y en la incomodidad de sus parejas actuales; me parece que él niega que alguna vez hayan tenido esa historia en común y ella espera, que de manera furtiva, se ...

De pláticas y el Viejo Dylan

Nos sentamos a platicar, tranquilos con café en la mano y simplemente haciendo carspotting, habíamos adaptado ese término de la película Trainspotting y lo usábamos para cada vez que decidíamos sentarnos en algunas escaleras, una banca del parque o en algún café que diera a avenidas transitadas. Comenzamos a hablar acerca de que la plática te da el verdadero enamoramiento hacía las personas, pues después de pasar el encantamiento físico lo único que queda es eso: la plática y sus diferentes caminos. Fue así que comenzamos a hablar de Bob Dylan. Decíamos que podíamos conocer a una persona al saber su disco favorito de Dylan y que era mucho más acertado que cualquier entrevista, aseveramos que las personas conservadoras se quedarían con The Freewheeling mientras que alguien que prefería el autodescubrimiento se iría por el Modern Times ; hablamos de las diferentes etapas del enamoramiento a través del Nashville Skyline , el Blood on the Tracks y el Time out of Mind . Yo te dije que ...

De bailes, los Bitles y covers a Cohen

La vida no eres tú , dijiste mientras yo tomaba un poco más de vino y ponía I Will de los Beatles, una canción corta que exige escucharse una y otra vez para comprender la grandeza de su letra tan simple. Vi que tu mirada estaba más atenta a mi reacción que al Jenga que jugábamos. Simplemente volteé a verte y tarareé " Will I wait a lonely lifetime?, if You want me to I will . Tu mirada reflejó incertidumbre y guardaste silencio intentado descifrar si había querido decirte algo con esa línea. La noche había iniciado con un poco de Jenga y vino tinto; cuando yo te dije lo tanto que disfrutaba estar contigo fue que dijiste tu frase. La vida no eres tú, volviste a decir enfatizando tus palabras, desesperada porqué yo comencé a hablar  del concierto de Kashmir en el que, bailando Melpomene nos habíamos conocido y en el que habíamos iniciado una serie de bailes juntos: en conciertos, fiestas o caminando por la calle. Comprendí que te desesperaba mi falta de respuesta, así que conte...

Burros, ojos sin cara, y musicales.

Nunca pude distinguir tu cara; sin embargo, sentía perfectamente tu mirada fija en mí y en una ocasión pude distinguir tus ojos que parecían contar una historia que nos incluía a los dos, y por alguna razón imagine que esa historia que pensabas sería un musical. Estaba en la Burrería, tirando cacahuates al piso con un grupo de amigos; poco a poco el lugar se había convertido en uno de mis favoritos y parte de eso había sido la rockola, la única a la que le perdonaba a Billy Idol y Eyes Without a Face que no puedo escuchar en otro lugar. La canción tomó relevancia al imaginarte pensando en el musical en que tus ojos no dejaban de verme; yo simplemente tomaba mi cerveza y reía mientras mi baile comenzaba con Billy Idol, pasaba por Queen y culminaba con Joy Division, mis amigos juraban que estaba bailando para que me vieras y te acercaras, pero no era así. Yo bailaba por que estaba enamorado, estaba contento y solo; tenía un episodio maníaco que suelo confundir muy sencillamente con...

Leo Dan, billar y llamadas perdidas.

La leyenda cuenta que José Emilio Pacheco solía ir a jugar a este billar ubicado en la calle de Medellín entre Chiapas y San Luis Potosí. En realidad llegar ahí para mí fue más por una necesidad de salir del encierro que el estar en una oficina representa; más allá de intentos de revivir una leyenda o de visitar lugares comunes. Un lugar no existe sin sus visitantes, y en el caso del Billaroma ellos parecían que estaban ahí desde el momento en que el lugar abrió sus puertas o incluso antes, en algunos momentos me pareció que estaban con su caja de dominó, simplemente esperando a que abriera para iniciar ese juego que a mi parecer es eterno. Las mesas de billar estaban prácticamente vacías fuera de la que ocupamos mi amigo y yo; parecía que siempre había sido y sería así. No así las mesas de dominó que estaban llenas por las personas de las que ya escribí. La nostalgia comenzó a invadirme en cuanto seleccionaron canciones de Leo Dan por el sistema de sonido y no porque haya vivido...

Gobernar el universo

Siempre me reclamaste no existir al mismo tiempo que yo a pesar de que tenemos gustos marcadamente similares, de que estuvimos en los mismos lugares, en los mismos conciertos y con los mismos amigos. Sin encontrarnos nunca, o yo estaba en un lugar el viernes y tú estarías en ese lugar el sábado. Las pláticas nos llevaban a decir cuanto habíamos disfrutado haber estado en el mismo lugar en diferentes tiempos, o con diferente gente; y en esas conversaciones se nos dejaba asomar un dejo de nostalgia o un sentimiento de que podríamos haber gobernado al mundo; nos sentíamos como una novela beat en la cual tú ocupabas los capítulos pares y yo los nones. Y a años de distancia te diste cuenta de eso y comenzaste a interrogarme acerca de porqué nunca nos habíamos encontrado; fue cuando te diste cuenta de que eras mi amiga imaginaria, que no pudimos estar nunca en el mismo lugar, porqué necesitaba conocerlo para después imaginarte ahí y crear una historia de cómo te la habías pasado.

1839

Ella me dijo que su vida era muy difícil y por demás complicada; le dije que no lo era, que en realidad su vida era como un juego de tenis. Nunca supe que quisieron decir mis palabras, pero ella me beso en la mejilla y se fue feliz

Este es un viaje

Me gustaría encontrarme contigo en un lugar en donde no exista el presente, ni el tuyo ni el mio. En donde sepas que no soy nadie y en donde cada paso que demos sea hacía un infinito de posibilidades; quiero que rías conmigo cada vez que puedas y que sientas que no hay nada que temer. Me gustaría, en realidad, encontrarme contigo en un lugar donde no haya nada que temer.

Sueño

Me preguntó acerca de su desempeño sexual, "¿Alguna vez te he dicho que eres la mejor?; emocionada, respondió que no. No lo eres, conteste, sólo quería saber para no contradecirme

Caminata nocturna

Me dijeron alguna vez que cuando se quedaban asuntos pendientes en la tierra, la persona que moría se convertiría en un fantasma. Así que lo hice: decidí dar elementos para matarme y seguir aquí. Pero no puedo con ello, no puedo ser un fantasma, no puedo sólo verte pasar y saber que no me verás, que no me tocarás y que no sabrás de mi existencia ahí. No puedo ser un fantasma, pero es demasiado tarde, te hice disparar las balas.

El enano que se ríe de mí

¿Por qué nadie me dijo, cuando empecé a jugar con la pistola, que estaba cargada? Me la pasé disparando al aire, a las paredes al piso; haciendo ruidos con mi boca que simulaban un disparo e imaginando las balas rebotar. Ahora me entero que el sonido no salía de mi boca y que si estaba disparando, lo peor es que me entero que herí a la gente que estaba alrededor. Nadie me dijo que la pistola estaba cargada cuando disparaba a mi alrededor, nadie me dijo que la pistola estaba cargada cuando, jugando a la ruleta rusa, la apoyé en mi sien.

Nunca nadie desaparece

Un día no pudo salir de su cama, siempre se tardaba en abandonar las cobijas y comenzar la vida, pero ese día en particular le fue imposible; no pudo enfrentar ese mundo que le aplastaba cada vez más y le hacía caminar encorvado. Odiaba despertar enojado, maldiciendo el momento de ver la luz; detestaba no sentirse a gusto para salir. Era uno de los indicios de que algo estaba mal. Se sabía que estaba bien, o al menos que no estaba mal cuando tomaba fotos, era una manera de prolongar esos momentos, vistas o personas que le recordaban que valía la pena salir de la cama. Y tenía, además una frase: "guardaré en mi memoria todo lo que no puedo tener en foto". Se arrepentía de esos momentos que no podía fotografiar y los apuntaba cuidadosamente en una libreta o intentaba dibujarlos. Y ese día, que no pudo salir de su cama, se dio cuenta de que llevaba más de un mes que no tomaba una sola foto, así que debajo de sus cobijas se dio tiempo de ver varías de las fotos que tenía, junto...

Luces Bajas

Escogiste un mal día para morir, el sol no es tan malo y el aire ha despejado el cielo; yo por mi parte estoy durmiendo enojando y despertando triste o quizá durmiendo triste y despertando enojado. Tus ojos se pierden en la carretera, no sabes en que momento giraras el volante y, a propósito, chocarás; sigues las líneas que has seguido mil veces, pero sabes que pronto desaparecerán. Yo podría matarte con mis palabras: estoy cansado y cada una de las cosas que me rodean pueden hacerme llorar, he perdido fuerza y cada vez me debilito más, veo tus ojos en las líneas y no sé si moriré también o si bajaré del auto. Escogiste un mal día para morir, estoy muy débil y esta vez, por primera ocasión, no podré hacer nada para evitarlo (de hecho soy yo quien necesita que lo salven).

Se siente como el tiempo

Inhalé y te recordé, exhale y te olvide Medité y me encantaría decir que pensé en ti Pero no me era permitido. Esa noche tu recuerdo no pudo estar ahí. Después me senté en la banca en la que juré Que siempre te querría El recuerdo fue grande, reciclado y confuso nada exacto, nada para siempre. Todo lo que deseo es que no puedas recordarme que la próxima vez que nos veamos sea como la primera. Olvidando todo lo que pasó Olvidando que terminó (sin que tú lo supieras)

Quiero tomar tu mano

Veo como te alejas sin saber si será para siempre; yo me quedo callado viendo tu espalda perderse entre la gente y no digo nada. Seguramente crees que no pienso ni siento nada. Pienso en cuando te conocí, cuando sin que lo esperaras dije "hola", en esa primera plática en la que te sorprendió que mi disco favorito de los Beatles fuera el Revolver y yo me enamoré al oírte decir que el tuyo era el Abbey Road; después de eso creo que nada fue cierto: te conté de viajes que no había hecho, de gente que no había conocido y de amigos que tenían una vida mucho más cotidiana de lo que te platiqué ese día; la verdad es que suelo mentir cuando me siento solo. Recordé todos esos momentos en los que intenté compenetrarme contigo, en los que por todos los medios intenté que me gustarás y que me gustará tu vida. En lo poco que te conocí realmente y en las pruebas que hice para saber si eras tu aquella a quien había esperado. No fue así. Mis frases que terminaban en puntos suspensivos nun...

Compasión por la fresa

I. Él Te conozco de hace años, no puedo decir que conoces todos mis secretos, pero en general la gente nos ubica como buenos amigos y en realidad me duele tener que pelear contigo. Pero la cosa es así, lo que voy a hacerte no puedo hacérselo a un amigo; y menos a uno que me ha hecho pasar tan buenos momentos. Y sé como eres, no será difícil encontrar algo que te haga enojar; hacerlo más grande y propiciar que decidas no hablarme más, no querer saber de mí. Entonces no serás mi amigo y todo será más facil. II.Ella Tu inocencia se encuentra en esa línea entre la inocencia y la pendejez, pero aún así tu mirada, tu sonrisa y tu caminar me hipnotizan. No puedo definir si te quiero o no, pero se que te me antojas mucho; eres el estereotipo de chica que imaginariamente construí y con quien tuve mil sueños eróticos en mi adolescencia. Y de repente toda tú: tu pelo, tus ojos, tus lentes, tus nalgas y tus senos se aparecen frente a mí y no puedo evitar desearte. Y además te encuentro en todas l...

La sonrisa que fluye

Ven, vamos a perdernos en una taza de mate de coca y dejemos que nos mande la noche. En ese momento deja de lado los reclamos y las metáforas; deja de fingir que no sabes que quiero lo mismo que a ti te da tanto miedo aceptar. Sin embargo, sólo apareces en las noches, mientras te busco, para mostrar mis errores de cobardía, para decir que debe ser para siempre. Yo por mi parte, extraño tus detalles y tu sonrisa, tu complicidad y tu forma tan peculiar de apoyarme; extraño tu ser como lo conocí, no como esa mezcla bizarra en la que se ha convertido. Mi problema es que nunca he sabido ver las líneas que no se ven.

Eter

Justo cuando pensaba que tenía que hacer algo por el resto de mi vida para que fuera eterno, descubrí que todo es, a la vez, temporal y eterno. En ese momento decidí dejar de hacer las cosas cuyo tiempo se había agotado y dejarlas como un recuerdo para la eternidad. Ahora no tengo nada que hacer, pero tengo una sonrisa en mi cara. Esperando las nuevas cosas temporales que vendrán