Caminaron mucho ofreciendo su música antes de darse cuenta de que nadie los contrataría; nadie les dijo que en el mar cada quien trae su propia canción en la cabeza.
Ella me dijo que su vida era muy difícil y por demás complicada; le dije que no lo era, que en realidad su vida era como un juego de tenis. Nunca supe que quisieron decir mis palabras, pero ella me beso en la mejilla y se fue feliz
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