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Mostrando las entradas de 2012

Todo

Suelo perderme en el otoño, la gente no comprende que pasa conmigo hasta mediados de diciembre; cada otoño es un Lost Weekend en toda la tradición de Lennon. Este otoño no fue la excepción y lo peor es que me perdí en un otoño dentro de otro: otoñoception.

De confesiones innecesarias

Nunca debiste decirme eso que sentías y que tenías tantas ganas de ocultarme, desde entonces me he convertido en un confidente incómodo y que en ocasiones llega a abusar del poder que tiene sobre ti. Y lo sabes, y me cuesta trabajo saber que lo disfrutas..

De baile, Johnny Cash Y Peter Bjorn and John

Cuando comenzó a sonar la canción me tomaste de la mano y me llevaste al centro de la pista; comenzaste a musitar no sé que cosas a mi oído. Soy malo para el baile en pareja y lo sabes; sin embargo disfrutabas viéndonos bailar juntos, la diferencia es que mientras yo bailaba un momento tu bailabas un destino. Dicen que el baile es la expresión vertical de un deseo horizontal; yo así lo vivía mientras tú  habías convertido ese baile en el deseo de algo que perduraría para siempre; cómo si al momento de intercambiar pasos estuviésemos cambiando votos matrimoniales. Y debo confesar que mientras te veia bailar tenía ganas de ver esa película que armabas en tu cabeza, en la que tu y yo estábamos juntos hasta el fin de los tiempos y teníamos una conexión cósmica; o al menos sé que era lo que dirías en las palabras que comúnmente usas. Sin embargo, no era así, yo simplemente pensaba en "It Ain't me Babe" de Bob Dylan, la canción que representaba lo que el momento era para

De tensión sexual, Leonard Cohen y Paul McCartney

Te hice romper una de las promesas que te habías hecho: no besarías a nadie que hubiese comido carne recientemente; nunca comprendí tu manifesto ni las veces que habías tenido buenas oportunidades con chicos que te interesaban y las dejabas ir porque su desayuno había sido quizá barbacoa. Es por eso que se me hizo extraño que aquella madrugada en tu sala, cuando te llevé de regreso de una fiesta que incluyó una escala en esa taquería en la que la plática se extendió, respondieras a mi coqueteo. Sabía de tu regla y tú sabías que nuestra amistad era más una cuestión de destino: simplemente nunca coincidimos sin pareja; simplemente esa noche decidiste que no te importaba y que deberíamos jugar a ser Cohen y Janis; después de todo éramos feos pero teníamos la música. Amanecía cuando salí de tu casa, continuamos besándonos en el Garaje mientras te cubrías con tu blusa y jurabas quererme mucho; me fui muy contento; éramos muy buenos amigos, pero la atracción entre nosotros siempre fue i